Ejercicio del punto de elección
Tanto tú como yo, y como todos los demás en el planeta, siempre estamos haciendo cosas. Estamos comiendo, bebiendo, caminando, hablando, durmiendo, jugando, siempre haciendo algo.
Aunque sólo estemos mirando la pared, eso sigue siendo hacer algo, ¿verdad? Y algunas de estas cosas que hacemos son bastante útiles, nos ayudan a avanzar hacia una vida mejor.
Así que las llamo «movimientos hacia adelante». Los movimientos hacia adelante son básicamente las cosas que deseas comenzar o hacer más.
Entonces, cuando estamos realizando movimientos hacia adelante, eso significa que estamos actuando de manera efectiva, comportándonos como el tipo de persona que queremos ser, haciendo cosas que probablemente lograrán que nuestra vida sea más significativa y satisfactoria.
El problema es que eso no es todo lo que hacemos. Hay otras cosas que hacemos que tienen el efecto contrario: nos alejan de la vida que realmente queremos construir. Así que me gusta llamar a estos «movimientos hacia atrás». Cuando hacemos movimientos hacia atrás, eso significa que estamos actuando de manera ineficaz, comportándonos de manera diferente al tipo de persona que queremos ser, haciendo cosas que tienden a empeorar la vida a largo plazo.
Básicamente, los movimientos hacia atrás son algo que dejarás de hacer o harás menos.
Y esto se aplica a todos nosotros, ¿verdad? Durante todo el día, todos estamos haciendo movimientos hacia adelante y hacia atrás, y cambiamos de un momento a otro. Y cuando la vida no es demasiado difícil, cuando las cosas van bien, cuando obtenemos lo que queremos, es mucho más fácil elegir los movimientos hacia adelante.
Pero como sabes, la vida no es así muchas veces. La vida es dura, y en muchas ocasiones no conseguimos lo que queremos. Así que, a lo largo del día, nos encontraremos con todo tipo de situaciones difíciles, y aparecerán pensamientos y sentimientos complejos.
El problema es que la configuración predeterminada para la mayoría de nosotros es que cuando aparecen estos pensamientos y sentimientos difíciles, tendemos a «engancharnos» a ellos. Nos enganchan, nos atrapan, nos sacuden y nos lanzan por todas partes. ¿Sabes a lo que me refiero? Pueden engancharnos físicamente, por lo que comenzamos a actuar de diversas maneras con nuestros brazos, piernas y boca. O pueden llamar nuestra atención, así que en lugar de centrarnos en lo que estamos haciendo, nos perdemos en nuestro mundo interior. Y cuanto más fuertemente estamos enganchados… más hacemos esos movimientos hacia atrás, ¿verdad?
Entonces, hasta cierto punto, todo el mundo hace eso. Es normal. Nadie es perfecto. Pero si este tipo de cosas sucede mucho, crea grandes problemas. De hecho, casi todos los problemas psicológicos que conocemos, la ansiedad, la depresión, la adicción, lo que sea, se reducen a este proceso básico: nos enganchamos con pensamientos y sentimientos difíciles y comenzamos a alejarnos.
Sin embargo, hay momentos en los que somos capaces de desengancharnos de esos pensamientos y sentimientos difíciles y, en su lugar, hacer algunos movimientos hacia adelante. Y cuanto mejores seamos haciendo esto… bueno, mejor será nuestra vida.
Así, cuando estamos en estas situaciones desafiantes, y aparecen estos pensamientos y sentimientos difíciles, debemos hacer una elección: ¿cómo vamos a responder a esto? Cuanto más nos enganchemos, más probable es que hagamos movimientos hacia atrás. Pero cuanto más podamos desengancharnos, más fácil será que hagamos movimientos hacia adelante.
De este modo, si queremos ser buenos haciendo los movimientos hacia adelante, debemos hacer dos cosas: necesitamos aprender algunas habilidades de desenganche. Y debemos tener claro qué movimientos hacia adelante queremos hacer.
En este sentido, tienes que valorar cuáles son tus metas y valores por los que quieres dirigir tu vida.
En base a eso, hay que identificar los movimientos hacia adelante y hacia atrás que actualmente estás realizando.
Ejemplos:
Situaciones, pensamientos y sentimientos: eventos sociales. Sentimientos de ansiedad, pensamientos sobre uno mismo o sobre seres queridos que enferman, o sobre cómo está ahora el mundo, pensamientos acerca de ser juzgado o no…
Movimientos hacia atrás: preocuparse, desconectarse, enfocarse en pensamientos y sentimientos que te generan malestar, en lugar de centrarse en disfrutar el momento junto a tus seres queridos o contigo mismo.
Movimientos hacia adelante: desengancharse de pensamientos y sentimientos ansiosos, participar, estar completamente en las actividades que estás experimentando solo o junto a tus seres queridos.

Autor: Melissa Hernandez Ledesma
Psicóloga especialista en ansiedad y gestión de conflictos